por Alejandro Núñez-luna
Ante la ola de declaraciones acusatorias que fueron transmitidas en el programa de Carmen Aristegui por MVS Radio los días de ayer y de hoy, y de qué son objeto las figuras del Padre Maciel y de la Legión, e incluso la misma Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, es necesario redoblar esfuerzos en la fe, para identificar con prontitud el discurso que tanto el Medio de Comunicación como los actores fundamentales, a decir de los hijos y la concubina del Padre Maciel, así como algunos de los sacerdotes que en el año 1997 impulsaron la causa en contra del entonces Director General de la Legión, pronunciaron ante la opinión pública y que nosotros como católicos comprometidos con Cristo y con la Iglesia debemos conocer para estar prontos a la defensa de nuestra fe, y de nuestro movimiento.
Con este afán revisé los audios de los programas de ambos días en el sitio de internet de MVS, (allí se pueden escuchar), y me percaté de varias inconsistencias. Ello sin mencionar que un acto malo y reprobable (como en este caso, en que presentan sus testimonios antes los abusos sexuales de los que fueron víctimas) no se puede responder con agresiones: A ejemplo de nuestro Señor Jesucristo que nos enseñó a ofrecer siempre la otra mejilla. En este caso la Legión está siendo injustamente atacada, insultada y acusada en las personas de algunos de nuestros más queridos formadores, de crímenes que no son de ninguna manera imputables a esas personas ni a nadie más dentro de nuestras filas.
Constituye un acto reprobable que el mencionado hijo del Padre Maciel se presentará ante nuestro Rector, Padre Jesús Quirce quien desde un primer momento le tendió la mano “ofreciéndole todo el apoyo pastoral que él pudiera necesitar” (como así lo hizo también el Padre Procurador de la Legión ante la Santa Sede), y premeditadamente le grabara para después dar a conocer estas grabaciones ante medios de Comunicación, quienes por si fuera poco parecieran tenerle un odio iracundo e irracional a la Legión y el Movimiento, como es el caso de la Periodista Carmen Aristegui, al menos así lo demuestra esa necesidad de acusar figuras, cuestionar los procederes y las obras, e indagar constantemente hechos que ameriten acusaciones y dicho coloquialmente: “nos la tiene jurada”.
A continuación les presentó sus argumentos:
Primeramente cuestionan la manera como la Legión maneja sus comunicaciones oficiales, mencionando que suaviza los hechos, y que no le llama a las cosas por su nombre, aún el día de hoy, Aristegui volvió a poner sobre la mesa el tema de que para la Legión es extremadamente difícil “reconocer”, “pedir un perdón”, cuando que estos actos de perdón se han llevado a cabo ya en varias ocasiones, pero muy importantemente en dos, a decir del reconocimiento público y primero de toda la verdad oculta el año de 2008, por parte de nuestro Director General, el Padre Corcuera, cuando pidió un perdón sincero y sentido a todos los afectados, y recientemente en un mensaje del Secretario General de la Legión, el Padre Evaristo Sada, en un evento de la envergadura del Encuentro de Juventud y Familia, donde hubo una participación mediática importante y fundamental. Pero independientemente de estas dos ocasiones, la propia manera de proceder de la Legión y del Movimiento ordenada desde la parte más alta de la jerarquía de sus filas, es la de humildad total ante los acontecimientos, reconocimiento de los hechos comprobados y una profunda actitud de penitencia y reparación.
Si el afán de los actores de este proceso a dar a conocer a la luz pública los hechos, eso es algo muy diferente a lo que ya están haciendo: desafortunadamente el Padre Maciel podrá haber cometido unos actos que en nada nos enorgullecen, pero es un hecho que a nadie debería interesar (y si interesa a la opinión pública es por el morbo que el tema provoca, y esto los medios lo saben muy bien, y lo aprovechan) el tema de los dineros.
Como dije arriba, el hijo del finado no tenía necesidad alguna de grabar sus conversaciones con el Padre Quirce, pero las presenta ante los medios en una actitud de provocación abierta a la Legión porque menciona que la misma le niega “un derecho económico que su Padre le dejó manifiesto como su última voluntad”. La Legión nunca ha respondido con agresiones, ni se presta de ninguna manera al juego mediático que los medios pretenden incitar. Es quizá por eso, como un principio básico de la personalidad humana, lo que mueve a los propios “afectados” a entrar en ira y redoblar sus esfuerzos, encarnizando aún más sus ataques. Este es quizá un primer consejo práctico, ante los ataques, los cuestionamientos y demás situaciones que con respecto al tema todos somos víctimas a diario, responder con caridad, como lo haría Cristo, y en la medida de lo posible con la audacia que sólo se logra con conocimiento de la materia.
Lo que comenzó siendo un “relato periodístico” de los hechos si así quisiera llamársele, se convirtió en lo que a todas luces se antoja como una sed tremenda de dinero. El mismo Padre Quirce nos invitaba a algunos congregados en la Capilla universitaria a propósito del tema de la cuaresma el pasado Martes, a deshacernos de todo “Dios que no sea Dios” que podamos tener en nuestros corazones. La sed desmedida de dinero y de poder. Así mismo mencionó: “El Demonio es el Padre de la Mentira”, y en este caso las declaraciones de ayer y de hoy a muchos miembros pueden desesperanzar, pero la realidad es que el Demonio se presenta en forma de defensor de la verdad y de los derechos de unas personas que hoy por hoy ya nos están atacando, declarando que la Legión “les niega” su derecho a esos dineros, pero ya dijo nuestro Señor Jesucristo que “Nada hay oculto que no deba de ser revelado”. Y así como las acciones reprobables del Padre Maciel salieron a la luz, así también deben salir a la luz las buenas intenciones y la preocupación sincera y plena de los Legionarios que ofrecieron toda su ayuda pastoral a este muchacho, y que el rechazó.
En pleno uso de sus derechos ciudadanos, el Padre Quirce envió una comunicación a la periodista Aristegui, y tras su lectura y un debate en la mesa de diálogo el día de hoy, la periodista y sus invitados criticaron que el Padre y la Legión en general estén declarando ser objeto de un soborno. Las palabras del hijo del Padre Maciel fueron claras. Solicitó no sólo los fondos que supuestamente su Padre le dejó como última voluntad, sino que se atrevió a solicitar a la Legión una suma aún mucho mayor (francamente leonina) por concepto de daños emocionales, y puso un ultimátum como fecha para gozar de esos fondos, para que el pudiera callarse la verdad. Es una inconsistencia grandísima que si lo que declaran es que quieren que se den a conocer los hechos para que se honre la verdad y se la haga justicia a las víctimas, mencionara que se callaba por dinero. Ellos sin embargo se presentan como las víctimas: acusándonos de que los acusamos de soborno, porque le declaran a la sociedad mexicana que “están en todo su derecho” de exigirlo. Acusando a la Legión de acusarles, el hecho cae en el ridículo.
En un día lamentable para la Fe Cristiana, la periodista y sus invitados no sólo se contentaron con criticar a la Legión y al Padre Maciel, sino a la Iglesia Católica nacional en la figura de nuestro Cardenal, Norberto Rivera. Le criticaron encarnizadamente, declarando que el solapó actos de pederastia y al Padre Maciel, y que conociendo la verdad se negó a aceptarla, atacando al Periodista que primero publicó les hechos. La lectura que los miembros debemos dar a este hecho no es otra sino la de la caridad y la obediencia evangélica que todos asumimos al momento de nuestra incorporación. La Legión siempre nos ha enseñado como uno de sus principios de acción fundamentales, la obediencia total a la Iglesia y a su Vicario, así como a sus representantes, en este caso el Cardenal. Cualquier actitud de esta índole por parte del Cardenal, caso que fuera comprobada, no respondería a otra cosa sino al hecho de que él, como cabeza de la Iglesia en este país, no contaba en ese momento con evidencia probatoria y debía guardar la prudencia evangélica necesaria para no generar un caos, estamos hablando de un tiempo en el que todavía vivía Nuestro Fundador, el Padre Marcial Maciel, el Primer Legionario, cualquier actitud acusatoria por parte de sus superiores a nivel Iglesia, pudiera haber tenido una consecuencia fulminante para su salud.
Atacaron al Padre Álvaro de haber “modificado una carta” referente al tema de las audiencias ordenadas por el Santo Padre, diciendo que el Padre Corcuera declaró que es casi procedimiento de rutina, minimizando la gravedad del hecho. Una vez más, criticando nuestra manera de hacer comunicación social. Los ex legionarios allí presentes, mencionaron (sin importar quién de los dos), que la Legión el Padre Maciel la construyó a base de engaños y promesas incumplidas. Esta es quizá la mentira más grande. Si tan sólo pudieran dimensionar, todo el bien que las obras apostólicas en sus diferentes categorías: las obras de la obra del Padre Maciel han generado a este país y al mundo entero, quizá lo pensarían dos veces antes de criticar al Padre Maciel y su obra.
Cristo en el desierto, fue tentado por el demonio tres veces. Es cuaresma, y se avecinan tiempos difíciles, que ya hoy por hoy estamos viviendo. Pero Cristo quiere que vivamos este desierto, y que soportemos las tentaciones del maligno sin dejarnos caer. Es tiempo de orar más y mejor, dejando al Señor hablar a nuestros corazones, y ser muy valientes y ponernos la camiseta.
Encomiendo en mis oraciones al Padre Corcuera, al Padre Quirce y a todos quienes cargan con el peso de estas terribles acusaciones. Ojalá todos lo hagamos. Que el Espíritu Santo les ilumine a actuar en el mejor interés de la Legión y del Movimiento, pero sobre todo de la Iglesia de Cristo.
la voz que clama en el internet.